Caso Zamudio   

      No sé si nacen o se forman con el tiempo, lo conocí muy pequeño a eso de los cuatro años, un mocoso normal, risueño,  alegre, juguetón. De un momento a otro sufrió la separación de sus padres, la madre se fue a puente alto él y su hermanita Tamara quedaron en la casa con su papá un tipo serio, educado, inteligente.

        No sé qué paso internamente por sus cabezas cuando se detono la apertura de la relación mucho menos se porque paso y creo que no me interesa, sin embargo me atrevo a decir que fue la causante del cambio de mentalidad de P. Ahumada, dejo de ser el pequeño juguetón y se transformó en un inquieto adolecente que trataba de descubrir las respuestas a su angustiante vida emocional, se incorporó a grupos punks y hardcore buscando una salida, una opción un entendimiento que nunca llego, le enseñe tai-chi, le mostre el budismo pero lo abandone por mis intereses personales.

     Ahora no se yo si esto sirve para nada creo, ya la “cagada” está hecha, no tiene nada que hacer, se deben pagar las culpas, sin embargo será totalmente culpable el, o será culpa de la sociedad, el abandono y el desapego, seremos nosotros sus cercanos los culpables de sus errores, seremos nosotros la humanidad la causante de los trastornos emocionales de los antisociales de este mundo, serán las familias abandonadoras, los padres inconscientes, la ceguera human que no ve o simplemente no quiere ver lo que sucedes en las vidas de las personas.

      Somos los absolutos responsables como sociedad de la locura, si tuviéramos la capacidad de entregar amor sin remordimiento, sin esperar nada a cambio los actos de los victimarios serían muy distintos. No quiero justificar la realización de los eventos desgraciados, pero si creo que debemos hacernos una introspectiva y revisarnos como humanidad, revisar que estamos haciendo mal,   lástima que personas con tanto potencial caigan en la desesperanza y cometan semejantes barbaridades, lastima por la victima que no debió pasar aquello que paso, no debió terminar asi, lastima por las familias que están ahora en las dos riberas del mismo rio, pero más lastima me da NOSOTROS la sociedad, el país, la educación, la visión, la ceguera, la forma que evitamos los errores, la manera de decir te quiero a quien lo necesita, por ser quienes somos, y no ser quienes deberíamos.